El día de la boda es un día lleno de emociones e instantes que recordar. Lo bonito de fotografiar bodas es captar su verdadera esencia, lo que sois, lo que sentís en esos momentos de ilusión y nervios acompañados de los vuestros. Es vuestro día y por eso solo debéis dejaros llevar y disfrutarlo al máximo. Las fotografías deben mostrar esa sensación, esa atmósfera de buen ambiente cargada de buenas energías.
Para mí es muy importante no interferir en el transcurso del día para mantener todas esas sensaciones capturadas en el instante justo y lograr un reportaje de boda natural dentro de un estilo de fotografía de boda documental.
Mi forma de trabajar es estar ahí, capturando ese día tan especial, intentando no perderme ni un solo detalle y, siempre que sea de ayuda, aconsejándoos sobre de las mejores localizaciones fotográficas teniendo en cuenta los encuadres y la luz, protagonista y mejor aliada en los retratos.
El día de la boda es muy largo pero pasa volando y por eso es un tesoro poder conservar todos esos momentos auténticos que sucedieron a vuestros alrededor de la forma más real y bonita.
Las sesiones de pareja son reportajes de vosotros mismos, en un entorno que os parezca bonito y especial. Un reportaje de vuestros mejores retratos de pareja antes y después de comenzar una nueva aventura juntos.
La sesión de preboda es un reportaje fotográfico muy natural, en el que vais vestidos de calle, donde os veréis tal y como sois en vuestro día a día, en vuestra cotidianidad, con una atmósfera fotográfica auténtica y divertida.
Los reportajes de preboda son el mejor comienzo delante de la cámara para que el día de la boda os sintáis completamente relajados y nos podamos conocer un poquito mejor.
La sesión de postboda es un reportaje en el que vais vestidos de novios en un entorno romántico, pintoresco o sencillo y minimalista. Es el momento de hacer un reportaje de pareja en un lugar distinto y con más calma que el día de la boda.
Escogeremos juntos bonitas localizaciones de paisajes urbanos o de la naturaleza. Imaginaros en ese lugar del que os gusta formar parte, en el que os sintáis a gusto y en el que os ilusione capturar todas esas imágenes de pareja que vais a conservar para siempre con cariño, o vayamos a descubrir nuevos rincones en la ciudad o en el campo.
Me gusta que os veáis tal y como sois en cada una de las fotografías. Se trata de que lo pasemos bien, nos riamos, y de que la espontaneidad de la realidad sea la protagonista y logremos esas fotografías que emocionan.
Lo mejor es que cuando llegue el día de la boda ya estaréis súper acostumbrados a las fotos y lo viváis con la mayor normalidad, cómodos y relajados con la cámara. Eso es lo más importante, que vosotros os encontréis a gusto con la realización del reportaje de vuestra boda. ¿Os apetecen unas sesiones de pareja?